El Abrazo

Luján cuenta con una tienda orientada a niños, vende libros y juguetes didáctivos. Estaba en otro local sobre la calle principal y en pandemia se mudó (en principio porque estaban reparando el local) buscando tener en un mismo lugar su casa y el local y disminuyendo el costo de alquiler. En pandemia vendió bien, ya tenía RRSS y página web, hizo muchos envíos y como había dejado el local en el que estaba abarató mucho sus costos. Nota que desde que reabrió el puerto de Colonia, las ventas han bajado y los resultados están siendo negativos. También sabe que hay mucha competencia con los juguetes para niños, la marca que ella vende es buena y su costo es más elevado que otros de menor calidad que hay en el mercado. Tiene un software de gestión que le permite sacar reportes y lleva todo el stock ya que la mercadería se la dejan en consignación. Las ventas son 50% juguetes y 50% libros, en lo que va de este año las mismas son un 25% menor al mismo período del año anterior. Si bien tiene claros los ingresos, no lleva separados los costos de la empresa de su casa, no saca un sueldo para ella. Identifica que la gente busca más las experiencias y compartir momentos, con lo cual agrandó el local creando un espacio para realizar talleres para niños. Hizo uno recientemente, les fue bien, generó interés, lo organizó con otra emprendedora, no cobraron entradas pero lo que se recolectó con la gorra dividieron 1/3 para Luján y 2/3 para la otra chica (que puso los materiales). Está pensando en cómo continuar con estos talleres y evaluando posibilidad de incorporar algo de gastronomía, como café y wafles.