En la mira

Pronóstico en Buenos Aires: 45° de temperatura, 100% de humedad, cortes de luz, de tránsito, piquetes,¿Día de furia? No para Axel. Una novia que no merece lo despide en su departamento; una amante imperiosa le promete, selfie mediante, lujuria vespertina. La jornada laboral, como un engranaje más en los niveles inferiores del mundo corporativo, le pesa poco. Axel opera en un call center y ni el trabajo estresante de atender las quejas de los usuarios, ni la presión permanente de un jefe insoportable, hacen mella en su espíritu. Axel es un tipo jovial, carismático, despreocupado, con un talento natural para lidiar con la gente y sus problemas. Hasta que, al final de sus seis horas de trabajo, cuando ya comienza a alistarse para su aventura erótica, al atender la última llamada del día todo comienza a cambiar. El cliente que se identifica como Etcheverry Garay e insiste en que Axel lo trate de usted, parece ser uno más de entre los consumidores frustrados por los abusos cotidianos de las empresas de servicios. Como representante en Atención al Cliente de la apenas ficticia Telefónica del Sur, Axel escucha con paciencia su pedido, aún sabiendo que no podrá ayudarlo. El hombre quiere dar de baja su servicio y Axel no tiene la autoridad para hacerlo. Su tarea es disuadirlo, siguiendo las instrucciones enlatadas que aparecen en el monitor de su computadora. Pero Etcheverry Garay ha escuchado el disquito demasiadas veces, ya está harto de tanto verso, y ha decidido que ya es suficiente. Súbitamente, Etcheverry Garay informa a Axel que lo está observando a través de una mira telescópica adosada a un rifle de alta precisión y que si no le soluciona el problema le va a volar la cabeza. Sin mucha convicción, Axel quiere creer que se trata de una broma, pero el hombre le asegura que no. El detalle con el que describe a los compañeros que rodean a Axel y lo que sucede en ese momento en el call center, demuestran que efectivamente tiene al joven En La Mira.